Vistas de página en total

sábado, 7 de mayo de 2011

OLVIDARÁS A URÍAS


¿Llegamos extinguidos

indemnes de guardianes perezosos que cobran la soldada del amor,

casi como el que no regresa de un frío continente que congrega

sus asediados limbos en la tarde marchita por las sonoras bocas,

cabalísticamente

y descalzos sobre arena imprecisa

cubiertos de cadalsos

en patíbulos sordos,

o llegamos con una flor de cera

cuando al final del viaje nos vence en el sopor la sensación

de estar de paso frente a dos agonistas

encrucijados

y pensamos con la emoción del cambio:

“Podría ser una ciudad cualquiera,

pero no es mi ciudad”?

Porque no es tu ciudad

aquella que te habrán ocultado con cinismo hasta ahora

y que sientes surgir terrible de improvisto

como de una tiniebla que se lleva la imagen

concreta del amor

del amor agotado del amor entre lágrimas.

--Despedidas sin voz--

Es entonces cuando las broncas armas te abrirán una herida

y el sabor de la sangre mantendrá la venganza intacta en ti

y hay un coro de niños que parece apuntar:

“Podría ser una ciudad cualquiera,

pero no es tu ciudad.”

Porque no es tu ciudad

porque tendrás que soportar los cruciferes,

turno tendrás para el desprecio agotador que lamerá la sal con impericia,

turno tendrás para la audacia de las iniciativas que acabarán en las alcantarillas,

turno también para saber hacer frente al deseo.

Porque no es tu ciudad,

porque tú no podrías ser una ciudad,

porque entonces podrías ser una ciudad cualquiera

que en medio de una bocanada fantasmal se creara a sí misma sin saberlo

y aguardara el silencio nocturno para ser destruida.

Tú no podrías ser ahora lo que fuiste,

al tiempo que sonaron las campanas vestal sobre mi lecho

lamiendo un cirio seco.

Son rostros desfigurados por el fuego

del tiempo las pasadas personas que hemos sido

y que verás surgir sobre la máscara salida de la nada,

colgar del techo blanco que te pertenecía

sobre cuadros de otoño que recuerdan hermosos veranos de imposible pasión

o la belleza eterna y juventud volviendo a la mansión desguarnecida

o a su espejismo.

Antes de abandonar este lugar

habrás cambiado definitivamente

porque hay montes mas altos y mares más profundos que llamas de carmín

porque hay machos creyentes que ofrecen polvo blanco con dientes de marfil

porque hubo enanas insectívoras

más allá de estas pistas flotantes donde bailan las niñas con pechos incipientes

y parejas de belgas se besan abrazadas en la hierba

y cráneos rasurados importarán caretas cuya bestia

tiene dos mil hocicos que esta noche

se revuelven y beben.

¿O es que acaso pensabas que con la niebla se extinguiría el fuego y acabaría

todo?)

No hay comentarios:

Publicar un comentario