Vistas de página en total

sábado, 7 de mayo de 2011

INVOCACIÓN A LA GRACIA DE LA LOCURA

Te llamamos a ti,

Tú que empapaste el cielo con tu licor dorado,

Víctima de los justos,

Por tu nombre más viejo.

Ten con nosotros el apetito de la respuesta,

Haz de nuestras patrañas una mística,

Danos el ojo por el que mira el perdedor,

El labio inhábil de la prostituta

Y la parálisis del muerto

Y cuando tu sonido se comparta en el tiempo,

Danos la risa de las hienas,

El manto púrpura de un príncipe farsante

Y la blancura de las manoplas de los payasos,

Vuélvenos a nosotros, nosotros mismos,

Haznos a nuestra imagen

Consígueme un nosotros de nosotros para que venga en mí tu reino de ofuscada ebriedad

Y tus palabras de silencio que precipitan la desunión del símbolo,

Danos por los escombros a la piel umbra

Con caída de cuerpos como un ramo cerrado,

Amor sin culpa,

Conocimiento sin verdad

Danos la parte enferma de la sana

Vuelve profunda nuestra necedad

Y danos la crepitación de la violencia

Y su selva de voces desesperadas,

Hágase a un lado todo lo que sirva,

Prende en nosotros tu sello,

Bésanos con tu marca

El yo profundo por el borde claro

No nos hagas caer donde no habitas

Pero no apartes de mí la rabia con los ojos,

El vaho de Dios sobre un espejo en el que aparecieron los enigmas,

Haz por la noche llorar a las muñecas,

No me abandones en la claridad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario