XILÓFAGOS EN EL TRÍPTICO
Judas frotó contra Dalila
su órgano copulador de sangre tóxica
y fue configurado de inconsciente manera
el diabólico parto,
la concepción satánica que todos acallamos.
Fue el periodo larvario de las razas hambrientas
de las lunas menguadas y las cruces
Devastadora creció la criatura.
Cada uno de nosotros la alentaba en su pecho sin saberlo.
Infancia, madurez y juventud
forman el tríptico
de podridas entrañas desde siempre.
Es un mal material el que tenemos
y es doloroso cargar a las espaldas tanta muerte
disfrazada de vida y de ilusiones.
Es estúpido hacerse el descreído
por tener muchos años o haber vivido mucho.
¿Fue elegante tu farsa
acostumbraste a todos a creerte
o fuiste tú también una mentira?
¿Qué ridículos cuentos en cofres de cristal has inventado
para legarlos luego?
Es un juguete roto el que tenemos.
Somos niños felices que imaginan
nuevas utilidades al objeto
completamente inútil de por sí.
Contemplemos el tríptico,
sus vívidos colores, su hermosura,
sus goces sensuales y su luz armoniosa.
Y sabed que el artista
también sufre el crujido de su obra creadora.
Mas ignoremos
los maxilares tensos del insecto.
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